Y por qué tu ramo de novia merece que lo sepas
Te voy a contar algo que me pasó hace poco. Una novia me escribió después de un año de su boda diciéndome: «Isa, mi ramo sigue ahí, en el dormitorio, precioso. Cada mañana lo veo y me acuerdo de lo feliz que fui ese día».
Y es que esa es exactamente la magia de las flores preservadas. No son solo flores que duran más tiempo, que también, sino que se convierten en ese hilo invisible que te conecta con uno de los días más bonitos de tu vida.
Pero vayamos al grano, porque sé que estás aquí porque quieres respuestas concretas: ¿cuánto duran realmente las flores preservadas?
La respuesta honesta, sin florituras
Vale, te lo voy a decir sin rodeos: un ramo de flores preservadas puede durar entre 10 meses y 3 años. Sí, has leído bien. Mientras que las flores frescas te aguantan una semana como mucho, las preservadas pueden ser tu compañía durante años.
Pero ojo, que aquí no vale todo. No es lo mismo un ramo hecho con cualquier técnica que uno trabajado con mimo y con flores de calidad. Y tampoco es lo mismo si lo cuidas como si fuera un tesoro que si lo tienes abandonado en cualquier rincón.
¿Qué son exactamente estas flores mágicas?
Lo primero que me gusta aclarar es que las flores preservadas no son flores secas pero tampoco son artificiales. Son flores de verdad, de las de toda la vida, que han pasado por un proceso que las mantiene bonitas durante muchísimo tiempo.
¿Cómo funciona? Te lo explico fácil: cogemos las flores cuando están en su mejor momento, imagínate una rosa perfecta, recién abierta, preciosa y sustituimos toda su agua y savia por una mezcla natural, normalmente glicerina. Es como si las flores se quedaran congeladas en el tiempo, pero sin perder ni su textura ni su color.
El resultado es que tienes una flor que la sientes real cuando la tocas, que mantiene sus colores vibrantes y que no se va a marchitar al día siguiente.
¿Cómo se conservan las flores preservadas? Trucos que de verdad funcionan
Vamos con la parte práctica, porque de nada sirve tener un ramo precioso si no sabes cómo cuidarlo, y te prometo que es más fácil de lo que piensas.
Busca el lugar perfecto
¿Ese rincón de tu dormitorio donde entra luz pero no sol directo? Perfect. Las flores preservadas son como las vampiras elegantes: les gusta la luz, pero el sol directo las puede decolorar con el tiempo.
Evita el cuarto de baño (demasiada humedad), la cocina (vapores y cambios frecuentes de temperatura) y ese estante que está justo al lado del radiador.
La regla de oro: Nada de agua
Esto es súper importante: jamás, nunca, ever les pongas agua. Las flores preservadas y el agua son como el aceite y el vinagre, no se llevan bien. Si por accidente se mojan, sécalas inmediatamente con papel absorbente, y sin frotar.
Limpieza «Zen»
De vez en cuando, me refiero a una vez al mes o así, pásales un pincel suave para quitarles el polvo. Hazlo con cariño, como si estuvieras maquillando a tu mejor amiga.
¿Cuánto tiempo se pueden guardar realmente?
Esta es la pregunta del millón, ¿verdad? Te voy a ser sincera: he visto ramos de hace 4 años que siguen preciosos. Pero también he visto algunos que a los 8 meses ya no lucían igual.
La diferencia está en tres cosas:
Los primeros 6 meses: Tu ramo va a estar espectacular, como el primer día. Colores intensos, pétalos perfectos, el no va más.
De 6 meses a 2 años: Puede que notes que los colores están un poquito más suaves, pero siguen siendo bonitos. Es como cuando una camiseta negra se vuelve un poco más gris después de muchos lavados, pero sigue siendo tu favorita.
Más de 2 años: Aquí depende mucho de cómo los hayas cuidado. Algunos pueden seguir preciosos, otros pueden empezar a mostrar su edad. Y está bien, porque nada dura para siempre.

¿Qué significa regalar flores preservadas?
Esto me parece importante hablarlo, porque no es lo mismo regalar flores frescas que preservadas. Cuando regalas flores preservadas estás diciendo: «Quiero que esto que sientes ahora te acompañe durante mucho tiempo».
Es un regalo que habla de permanencia, de querer estar presente en la vida de esa persona durante meses o años. Es bonito, ¿verdad?
Por eso las flores preservadas son perfectas para bodas, pero también para aniversarios importantes, cuando nace un bebé, cuando alguien se gradúa… Momentos que merecen que el recuerdo dure.
¿Por qué me enamoré de trabajar con flores preservadas?
A mí, personalmente, me encanta trabajar con flores preservadas para novias, no solo porque duran más, sino por todo lo que simbolizan.
Muchas veces, cuando una novia me cuenta su historia, me doy cuenta de que no quiere que su ramo sea solo para el día de su boda. Quiere algo que pueda guardar después, colocar en su dormitorio o en una vitrina del salón, y que cada vez que lo vea, le recuerde ese momento tan especial.
Me gusta pensar que, con un ramo preservado, no solo vendes flores, sino un recuerdo que se queda. Un detalle que no acaba marchitándose en el cubo de la basura tras unos días, sino que sigue ahí, contando tu historia.
La parte sostenible de las flores preservadas
No es que sea una ecologista radical, pero me gusta pensar que estoy haciendo algo bueno por el planeta mientras hago feliz a mis novias.
Hay algo muy bonito detrás de todo esto que para mí es muy importa: la sostenibilidad. Piénsalo: una flor que dura 3 años significa que reducimos el consumo de agua, evitamos productos químicos y no necesitamos que las flores viajen tan rápido ni en cámaras frigoríficas. Es un pequeño gesto que ayuda al planeta, y a la vez, nos permite disfrutar de flores preciosas durante mucho más tiempo.
Y no, no duran para siempre, porque nada es eterno, y a mí no me gusta prometer milagros. Pero sí durarán lo suficiente para que tu ramo forme parte de tu vida durante meses o incluso años, recordándote aquel día, cada vez que pases por delante.
Descubre nuestros ramos de novia con flores preservadas
Preguntas que me hacéis siempre y sus respuestas reales:
¿Huelen las flores preservadas?
Un poquito, pero mucho menos que las frescas. Las rosas preservadas mantienen un aroma muy sutil. No esperes que tu dormitorio huela a jardín, pero tampoco olerá a nada raro.
¿Se pueden tocar?
Claro que sí. De hecho, una de las cosas que más me gusta es ver la cara de sorpresa cuando alguien toca una flor preservada por primera vez. «¡Pero si parece real!» Porque es real, solo que tratada.
¿Qué pasa si mi hijo pequeño las toca?
Tranquila, no pasa nada. No son tóxicas ni nada parecido. Eso sí, dile que las toque con cuidado, porque aunque son resistentes, no son indestructibles.
¿Se pueden arreglar si se rompen?
Depende del estropicio. Si se cae un pétalo, a veces se puede volver a colocar con un poquito de pegamento especial. Pero si se parte un tallo… ahí ya no hay solución milagrosa.
¿Cuándo debería encargar mi ramo?
Aquí tienes una ventaja enorme: puedes encargarlo con semanas de antelación sin problema. De hecho, es mejor, porque así no hay prisas y puedo trabajar tu ramo con mucho más calma.
¿Dan alergia?
Normalmente no, porque no liberan polen. Pero si eres de las que se pone mala hasta con una margarita, mejor consultarlo antes.
¿Por qué elegir La Florever para tu ramo?
En La Florever hacemos ramos que cuentan historias, que guardan emociones y que decoran el presente sin olvidar el pasado.
Podría contarte mil cosas técnicas sobre nuestro proceso, sobre la calidad de nuestras flores, sobre nuestra experiencia… Pero al final lo que de verdad importa , es que entiendo que tu ramo no es solo un montón de flores bonitas.
Es el compañero que te va a acompañar en uno de los días más importantes de tu vida.
Es lo que van a ver en todas las fotos.
Es lo que quieres guardar después para recordar.
Por eso trabajo cada ramo como si fuera para mi hermana pequeña. Con mimo, con cariño, y pensando en que cuando lo veas dentro de dos años, sigas sonriendo.
Porque al final, eso es lo que importa: que cada vez que mires tu ramo, vuelvas a sentir un poquito de esa felicidad del día de tu boda.