La Florever nació en 2020, en un momento de incertidumbre y reflexión durante la pandemia. Fue mientras cursaba un máster de emprendimiento cuando empezaron a florecer las ideas que hoy dan vida a este proyecto tan personal.
La Florever surge de mi deseo de emprender en solitario, en una etapa de plena madurez como mujer, con un único propósito: disfrutar de mi trabajo y transmitir esa alegría a través de mis creaciones, haciendo disfrutar a quienes confían en mí.
Pero La Florever no es solo un nombre, ni una marca cualquiera. Es mi declaración de amor a la vida, a nuestras raíces y, por supuesto, a las flores.
Como buena andaluza, nacida en Córdoba, quería un nombre con carácter, con solera. Florever no significa solo «flor para siempre», es la flor que permanece, que acompaña, que deja huella. Y ese «La» delante es mi forma de hacerla auténtica, nuestra, con fuerza, raza y mucho salero.
Desde entonces, no he dejado de formarme y crecer, tanto en el arte floral, aprendiendo de los mejores maestros floristas, como en el ámbito empresarial y del marketing.
Mi objetivo es acercarte al maravilloso mundo de las flores preservadas, frescas y artificiales, y mostrarte cómo cada una puede transformar un momento en algo inolvidable.
Espero que disfrutes tanto como yo de estas creaciones únicas, diseñadas con amor y dedicación.
